Nutrición y formas de vida

Nutrición y formas de vida

            Los hongos son descomponedores primarios. Entre ellos, se pueden encontrar distintas formas de vida, dependiendo de su nutrición y relación con el medio en donde viven. De modo general, éstos pueden clasificarse como: saprobios, parasitos y micorrícicos.

 

Hongos saprobios: Poseen un complejo sistema enzimático, capaz de degradar la materia orgánica de una amplia gama de sustratos de crecimiento como madera, hojarasca, restos vegetales, humus, etc., por lo cual, la selectividad para usarlos como alimentos dependerá de la especie fúngica y de su complejo enzimático.

 Hongos parásitos: Son aquellos que se alimentan de sustratos vivos, donde se desarrollan sobre un huésped para alimentarse a expensas de él, pudiendo llevarlo a la muerte.

 Tanto los hongos parásitos y saprobios obtienen su alimento a través de una digestión externa denominada lisotrófica. Es así como las sustancias hidrolizadas por las exoenzimas del hongo son absorbidas por las delgadas paredes de la hifa, nutriendo y alimentando al micelio.

 Hongos micorrícicos: Son aquellos que viven en simbiosis con un organismo vegetal. La simbiosis es un modo de vida mutualista en el cual las dos especies involucradas se benefician mutuamente intercambiando componentes metabólicos para el crecimiento de ambas. Se cree que más del 95% de las plantas terrestres poseen alguna asociación micorrícica. Esta relación tiene lugar en las raíces de las plantas, donde el hongo se fusiona con ellas estableciendo distintos tipos de asociaciones, que se clasifican en tres grandes grupos: endomicorrizas, ectomicorrizas y ectendomicorrizas, esta última con características compartidas de las dos primeras.