Su recolección es muy peligrosa pues puede confundirse con especies de lepiotas muy toxicas. Las lepiotas son muy similares a las macrolepiotas, teniendo como principal diferencia visible, el tamaño. Por esto se recomienda siempre cosechar ejemplares de más de 12 cm de diámetro en el pileo. 

Posee muy poco olor, sin embargo el sabor es fuerte y definido, que va desde el dulce a un poco acido, siempre agradable. La textura es excelente, blanda, seca y consistente. Es ideal saltearla con mantequilla o aceite de oliva, sal y degustarla.

Distribución: Se encuentra en muchos sitios del mundo, sin embargo no es de distribución cosmopolita. En Chile se puede encontrar desde la zona central hasta el extremo  sur del país. Sus fructificaciones se pueden encontrar en la época de otoño, lo cual varía según la latitud donde se encuentre.

Características generales: Es una especie saprobia que crece tanto en bosques como praderas. Los basidiocarpos se encuentran generalmente solitarios, pero es posible encontrarlos en grupos algunas veces. Posee un pileo de forma ovoide en un comienzo, pasando a convexo y que termina plano finalmente. Su superficie es de color blanca con muchas escamas erectas color marrón claro, las cuales están dispuestas en forma concéntrica. El borde posee flecos blancos y suaves. Las lamelas son anchas, libres, muy densas y de color blanco a crema, las cuales se tornan a un rosado palido a la madures. Posee un anillo doble, de color blanco, libre y con flecos. El estípite es de color blanco sucio, quebradizo, con pequeñas escamas en la parte inferior. Presenta una gran volva y posee una esporada color blanco. 

Usos: Especie de gran valor gastronómico, pero sin valor comercial. Los que han comido Macrolepiotas saben que siempre existe un riesgo, sin embargo si eres un recolector experimentado, puedes confiar y degustar de una exquisita seta.